domingo, 23 de octubre de 2022

Códigos de ética informática internacionales: El código de la British Computer Society (BCS)

 

El código propuesto por la British Computer Society, que exige a sus miembros el cumplimiento de las siguientes normas, a las que considera más elevadas que las establecidas por la ley (BCS 2015) aconseja a los miembros el uso de su propio juicio para adecuarse a las normas, y pedir consejo en caso de que existan dudas. Asimismo, declara que sus normas se aplican únicamente a los individuos, a los profesionales que se dedican a la informática, y no a la ética general del sector de la tecnología. El contenido del código se halla dividido en cuatro ejes (BCS 2015):


• Interés público: Los miembros deben preocuparse por la salud y el bienestar de los demás y del entorno, así como de los derechos de terceros; abstenerse de acciones discriminatorias; promover la inclusión y el acceso de todos a los beneficios de las tecnologías de la información.
• Integridad y competencias profesionales: Los miembros únicamente deben aceptar trabajos para los que están capacitados, sin atribuirse competencias que no poseen; desarrollar continuamente sus habilidades profesionales; respetar los puntos de vista alternativos; evitar acciones que puedan dañar maliciosamente la reputación o el empleo de otros; rechazar los sobornos de cualquier tipo.
• Deberes para con las autoridades relevantes: Los miembros deben llevar a cabo sus actividades profesionales de acuerdo con las indicaciones de las autoridades relevantes (generalmente empleadores y clientes); evitar conflictos de interés con dichas autoridades; aceptar las propias responsabilidades y las de quienen laboran a su cargo; no liberar o usar para beneficio propio información confidencial; no tergiversar u ocultar información acerca de productos, o aprovecharse del desconocimiento y la inexperiencia de otras personas.
• Deberes para con la profesión: Los miembros deben mantener la reputación de la profesión (y de la BCS), absteniéndose de cualquier conducta que las afecte negativamente; colaborar en el desarrollo y uso de estándares; relacionarse respetuosa e íntegramente con los demás miembros de la BCS o de otras profesiones con las que se tenga contacto en el trabajo; notificar a BCS en casos como ser convicto de un delito o declararse en bancarrota; ayudar al desarrollo profesional de sus compañeros.


El documento contiene también un apéndice, en el cual se proporciona una serie de definiciones, que sirven de ayuda a la interpretación del código.


Códigos de ética informática internacionales: El código de la Association for Computing Machinery (ACM)



El Código de Ética y Conducta Profesional de la Association for Computing Machinery (ACM 1992), la mayor asociación académica mundial en el área de la Computación, fundada en 1947 y que hoy cuenta con más de 100,000 integrantes; inicia con un preámbulo, en el cual además de presentar el contenido de las cuatro partes que componen el documento, se advierte de la existencia de unas directrices que ayudan a utilizar el código en la toma de decisiones morales sobre la conducta profesional.

La primera sección del código establece unos imperativos morales de tipo general, que están expresados precisamente de forma general para recalcar que son el origen de los principios que atañen específicamente a la ética profesional de la computación. Al mismo tiempo, iluminan sobre el camino a seguir a la hora de interpretar las normas del código, o incluso los conflictos entre diferentes normas que pueden surgir en ciertas situaciones: en estos casos, se debe reflexionar cuidadosamente sobre los principios generales. Tales principios son los siguientes (ACM 1992):

• “Contribuir al bienestar de la sociedad y de los seres humanos”

• “Evitar el daño a otros”

• “Ser honesto y confiable”

• “Ser equitativo y tomar medidas para no discriminar”

• “Respetar los derechos de propiedad, incluyendo patentes y copyrights”

• “Dar el crédito apropiado por la propiedad intelectual”

• “Respetar la privacidad de los demás”

• “Respetar la confidencialidad”

Estos principios generales, como se decia, son los que informan las responsabilidades más específicas o propias de la actividad profesional, presentadas en la segunda sección del Código (ACM 1992):

• “Esforzarse por alcanzar la más alta calidad, eficacia y dignidad tanto en los procesos como en los productos del trabajo”

• “Adquirir y mantener la competencia profesional”

• “Conocer y respetar las leyes vigentes que se corresponden al trabajo profesional”

• “Aceptar y proporcionar revisiones profesionales”

• “Proporcionar evaluaciones completas y exhaustivas de los sistemas informáticos y sus impactos, incluyendo análisis de los posibles riesgos”

• “Respetar los contratos, los acuerdos y las responsabilidades asignadas”

• “Mejorar el entendimiento público de la informática y sus consecuencias”

• “Acceder a los recursos de computación y comunicación sólo cuando existe autorización para hacerlo”.

La sección 3, titulada “Imperativos de liderazgo organizativo”, atiende a las obligaciones morales de las organizaciones, un aspecto que según la ACM a menudo resulta desatendido en los códigos de ética profesionales, que normalmente se elaboran teniendo en cuenta la perspectiva personal. La ACM resuelve el problema redactando esta parte del código desde la perspectiva de los líderes de una organización. De este modo, se refiere a los siguientes imperativos:

• “Articular las responsabilidades sociales de los miembros de una unidad organizacional y fomentar la plena aceptación de dichas responsabilidades”

• “Gestionar al personal y los recursos para diseñar sistemas informáticos que mejoren la calidad de la vida laboral”

• “Reconocer y apoyar los usos apropiados y autorizados de los recursos de comunicación e informáticos de una organización”

• “Garantizar que los usuarios y quienes resultan afectados por un sistema han articulado claramente sus necesidades durante la evaluación y el diseño de los requisitos; después, el sistema debe ser validado para cumplir con los requisitos”.

• “Articular y apoyar políticas que protegen la dignidad de los usuarios y de quienes resultan afectados por un sistema informático”

• “Crear oportunidades para que los miembros de una organización aprendan los principios y limitaciones de los sistemas informáticos”

La cuarta y última sección del Código se refiere a la conformidad con el Código, señalando que los miembros de la ACM deben cumplir y también promover los principios del mismo, así como que deben considerar que las violaciones de éste son incompatibles con la pertenencia a la asociación.


Códigos de ética informática internacionales: El código del IEEE


El código ético del IEEE (Institute of Electric and Electronic Engineers), la mayor asociación mundial de profesionales técnicos, con alrededor de 425,000 miembros en 160 países; está redactado en forma de decálogo: después de reconocer la influencia que sobre la calidad de vida de las personas posee la tecnología eléctrica y electrónica, así como las obligaciones con la profesión y las comunidades a las que sirven, los miembros se comprometen a conducirse de acuerdo con los más altos estándares tanto éticos como profesionales, aceptando los diez siguientes imperativos (IEEE s/f):

  1. Aceptar la responsabilidad de tomar decisiones que favorezcan el bienestar de las personas, así como poner en evidencia cualquier factor que pueda tener impactos negativos en las personas o el medio ambiente.
  2.  Evitar los conflictos de interés (y revelarlos si existen).
  3.  Ser realistas y honestos al realizar afirmaciones y estimaciones.
  4. Rechazar los sobornos.
  5. Desarrollar el conocimiento de la tecnología, así como sus aplicaciones y analizar las posibles consecuencias.
  6. Mantener e incrementar las competencias técnicas, y asumir tareas tecnológicas para otras personas sólo cuando se está facultado para ello.
  7. Buscar, ofrecer y aceptar criticas justas sobre el trabajo, reconociendo los errores y dando crédito a las contribuciones realizadas por otras personas.
  8. Tratar de forma equitativa a todas las personas, sin incurrir en acciones discriminatorias.
  9. Evitar el daño a la reputación, el empleo o la propiedad de otros, mediante falsedades o acciones malintencionadas.
  10. Ayudar a que los compañeros de trabajo y colegas se desarrollen profesionalmente, así como a que cumplan también las normas de este código ético.

El código finaliza con una breve exposición de los mecanismos requeridos para modificar su contenido, a través de discusión y votación por parte del Consejo de Directores.









Orígenes de la ética informática

 


Los orígenes de la disciplina se remontan a estadios muy primitivos de la informática, pues muchos de sus temas fueron tratados ya por Norbert Wiener (1954, 1967, 1985), en sus libros Cibernética (publicado en 1948), The human use of human beings (en 1950) y posteriormente en Dios y Golem (de 1963). En estas obras, Wiener analiza tópicos que son todavía importantes hoy día, como la seguridad informática, el desempleo, las comunidades virtuales, etc. Sin embargo, Wiener no acuña el nombre de la disciplina: esta aportación correspondió a Walter Maner, profesor de ética médica en la Universidad de Old Dominion, quien en 1976 se dio cuenta de que el uso de las computadoras modificaba y agravaba problemas éticos tradicionales, creando también problemas totalmente nuevos. Maner decide llamar “computer ethics” a la disciplina encargada de estudiar dicha situación (de manera similar a la ética empresarial o la bioética).

Maner enseguida se embarcó en un debate (conocido como el ‘debate de la originalidad’ [uniqueness]) con su colega Deborah Johnsson, para quien los problemas suscitados por las computadoras no eran totalmente nuevos, sino versiones renovadas de problemas éticos tradicionales. En la década de los ochenta se produce una nueva aportación, el famoso artículo de Moor (1985) en que caracteriza a los computadores como “lo más cercano que tenemos a una herramienta universal”, por lo que pueden ser utilizados para lograr casi cualquier objetivo, muchos de los cuales no se han logrado anteriormente, de modo que pueden existir confusiones conceptuales y vacíos normativos.


El primer autor que enfoca la ética informática desde esta perspectiva profesional es Donald Gotterbarn, en su artículo “Computer Ethics: Responsibility Regained”, publicado en 1991. En este texto, Gottenbarn se sorpende de que los debates sobre ética informática se hayan extendido hasta abarcar un sinfín de aspectos, que incluyen prácticamente todos los asuntosque tienen que ver o pueden relacionarse con el uso de una computadora (uno de sus ejemplos versa acerca de si es correcto vender computadoras a los países que apoyan el terrorismo). Esto implica que, paradójicamente, la disciplina haya descuidado aquellos aspectos que atañen a los profesionales de la informática (es decir, a quienes desarrollan y diseñan hardware, software o cualquier otro elemento de un sistema computacional), individuos que deben ser considerados, evidentemente, como seres morales. A juicio de Gottenbarn (1991), enfocar la disciplina en aquellas cuestiones que se hallan bajo el control de éstos (y que por tanto son objeto de sus procesos de toma de decisiones morales) es la única manera de que la disciplina cobre sentido.

Ética profesional de los informáticos


La ética informática (conocida por su denominación en inglés: Computer and Information Ethics) es una rama de la ética que Stamatellos (2007: 3) define como “el estudio sistemático de los impactos éticos y sociales de las computadoras en la sociedad de la información”. Se trata de un área de la ética que se solapa con otras muchas, como la bioética, la ética de los negocios o la ética ambiental; esto sucede en temas como la genética, la biométrica o los problemas ambientales provocados por la revolución en las tecnologías de la información (Weckert & Henschke 2010).










Generalidades de la ética informática

 

Las sociedades actuales son cada vez más dependientes de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Gran parte de las actividades que se realizan a diario se llevan a cabo a través de medios informáticos, o dependen de éstos: localizar un lugar mediante una aplicación en el celular, gestionar la red eléctrica, hacer una búsqueda en Internet, dirigir un misil hacia su objetivo, realizar transacciones bursátiles y un largo etcétera. Este papel preponderante de la informática en el mundo de hoy vuelve muy importante la reflexión ética sobre las implicaciones de dicha tecnología. Para profundizar en esta dirección se comentará tan sólo un ejemplo de cierta actualidad: los automóviles autónomos.

Tal y como explica Lin (2016), si se desea que tales vehículos operen de una forma totalmente autónoma y responsable, será necesario que cuenten con un cierto “sentido de la ética”, ya que tendrán que enfrentar decisiones para las cuales no será suficiente con trazar el mejor camino entre dos puntos o aplicar las leyes del tráfico. Lin defiende su punto utilizando escenarios, con situaciones en las cuales el automóvil se vería forzado a elegir entre dos males, como atropellar a una anciana o a una niña, proteger a los ocupantes del vehículo impactando contra una motocicleta o proteger a los demás viandantes haciéndolo contra un pesado todo terreno, decidir si atropellar a un ciervo o esquivarlo arriesgándose a perder el control, etc., así como experimentos mentales basados en el famoso ‘dilema del tranvía’ [trolley problem], que con su distinción entre matar y dejar morir sigue planteando quebraderos de cabeza a los eticistas. Lin añade a estas situaciones conflictivas la posibilidad de fallos técnicos, que hacen necesario un ejercicio de anticipación sobre cualquier posible consecuencia que pueda tener implicaciones éticas.

Lo mencionado hasta ahora bastará para apreciar la multitud de cuestiones éticas que afloran con la operación de vehículos autónomos. Si se tiene en cuenta la gran variedad de áreas en que se utilizan las tecnologías de la información, se captará la magnitud de la problemática ética que pueden generar. Por fortuna, existe una disciplina filosófica que sirve para orientarse en tal problemática.




Códigos de ética informática internacionales: El código de la British Computer Society (BCS)

  El  código  propuesto por la British Computer Society, que exige a sus miembros el cumplimiento de las siguientes normas, a las que consid...